Os adelantamos una entrevista realizada al abogado José Mari Erauskin que está dedicándose, con enorme energía, a dar formación jurídica a las plataformas de Stop Desahucios. Este jueves tendremos la suerte de contar con su presencia y conocimientos en Andoain. Este es un avance de sus pensamientos y palabras.
STOP
DESAHUCIOS?
Me
incorporé a Stop Desahucios Hondarribia el pasado mes de enero, pocos días
después de constituirse la plataforma en Hondarribia.
Tu labor es fundamentalmente informativa
y pedagógica. ¿por qué hay una comunicación tan opaca y enrevesada en torno a
esta temática?.
Mi labor es ayudar en lo que pueda, y
dada mi nula experiencia en la lucha en los tribunales, una de las cosas a las
que me dedico es a explicar a los responsables de las plataformas cuestiones
técnico jurídicas de fácil comprensión para que ellos tengan las ideas claras y
puedan asesorar correctamente a los ciudadanos que les demanden asesoramiento.
En la zona del Bidasoa, las personas de las plataformas dominan el tema del IRPH
al punto que pueden poner en su sitio a cualquier Director de Sucursal de
cualquier entidad, sin ningún problema. Lo mismo ocurrirá en breve con las
cláusulas abusivas, las comisiones ilegales, los intereses moratorios abusivos,
etc. Son un grupo de personas que a su gran capacidad de trabajo suman unos
conocimientos técnicos que les convierten en un peligro para cualquier Director
de Oficina. Me encanta verles con que desparpajo resuelven las cosas.
Los medios de comunicación juegan su
papel, que en parte es informar y en parte es captar lectores con titulares
llamativos, y así, últimamente se ocupan de informar sobre los escraches porque
producen un especial morbo, cuando lo relevante es el sufrimiento de muchos
miles de familias a consecuencia de la crisis, de cómo funcionan las entidades,
y de la actitud de los partidos. Estas tres cuestiones son importantes y
llevaría tiempo referirse a ellas, pero brevemente quiero decir que las
entidades financieras deben aprender a ganar dinero en base al servicio y a la
amabilidad y no en base al despotismo y a la trampa, porque no es casualidad
que las preferentes estén judicializadas, los contratos swap y otros similares
también, las cláusulas suelo estén siendo declaradas nulas, ciertas comisiones
se están declarando ilegales, los intereses moratorios se consideran abusivos,
etc. Ello significa que trabajan al filo o más allá de la ley, y no es de
recibo que los ciudadanos tengan que estar continuamente pleiteando para intentar
recuperar lo que pierden con este conjunto de practicas que continuamente se están
poniendo en el mercado. Cada poco amanecen con una nueva práctica que en poco
tiempo termina igualmente en el Juzgado. Lo triste es que en un Estado Social
tengan que ser las plataformas de voluntarios quienes tengan que luchar por
evitar estos abusos.
La sentencia de Luxenburgo no es más que la
contestación a una cuestión concreta planteada por un juez de Barcelona. Quiero
decir que la sentencia no es la herramienta que va a solucionar nuestros
problemas, la solución está en la reforma de la actual legislación procesal e
hipotecaria desde dentro, desde nuestro poder legislativo. La sentencia lo que
hace es responder que en la cuestión planteada por el juez de Barcelona el
ordenamiento español es contrario a la normativa comunitaria y que ha de
actuarse de otra manera.
Una cláusula es abusiva cuando se dan las condiciones
que exige el artículo 82.1 del Texto Refundido de la Ley de General para la
Defensa de los Consumidores y Usuarios, esto es, que resulte impuesta, que
resulte contraria a la buena fe, y que genere un desequilibrio importante en
los derechos y deberes de las partes del contrato. Por tanto, la cuestión se
reduce a que el juez compruebe si es cierto que la cláusula se negoció, y
deberá ser la entidad quien tendrá que probarlo, y a que compruebe si
efectivamente esa cláusula genera un desequilibrio, una falta de reciprocidad
en los derechos y deberes de las partes. Lo curioso es cuando un Director de
Sucursal te dice que una cláusula no puede ser abusiva porque la firmaste,
resulta ridículo puesto que la firma es imprescindible para que la cláusula
exista, si la cláusula no estuviera firmada por el cliente sería un mero
enunciado pero nunca una cláusula de un contrato. La firma lo que hace es
probar la existencia de la cláusula pero no prueba que fuera negociada, y esa
es la cuestión. Si resultó impuesta no significa necesariamente que fuera
abusiva, hay que pasar a estudiar el siguiente requisito, que genere un
desequilibrio de obligaciones y derechos, y si el juez aprecia que eso ocurre
declarará nula la cláusula.
Hasta ahora el juez que entendía de una
demanda de ejecución hipotecaria únicamente actuaba como un verdugo, no podía
conocer de las circunstancias que pudiera oponer el demandado y se limitaba a
ejecutar. A partir de la sentencia de Luxenburgo el juez ejecutor o verdugo
tienen la obligación de conocer de la posible existencia de cláusulas abusivas
si se lo pide el demandado, e incluso aunque no se lo pidiera puede entrar a
estudiar la posibilidad de existencia de dichas cláusulas. Mientras tanto puede
y debe paralizar la ejecución. Este es un cambio muy importante.
Los jueces se quejaban de tener las
manos atadas, veremos que hacen ahora que tienen todas las posibilidades. A
ellos también cabría preguntar donde han estado hasta ahora porque en 20 años
parece que ninguno se ha planteado la duda que se ha planteado el juez de
Barcelona. Que solo un juez en todo España haya tenido esta duda en 20 años
resulta preocupante.
¿Qué procedimientos jurídicos debería
seguir un ciudadano antes de que la policía lo desaloje de su vivienda?.
Esta cuestión es muy sencilla, cualquier ciudadano que
observe que no va a poder cumplir a tiempo su obligación de pago tiene que
ponerse en contacto con la plataforma Stop Desahucios más próxima a fin de
buscar soluciones previas. No hace falta esperar a tener la policia en la
puerta para buscar ayuda, cuanto más tarde menos posibilidades de encontrar
buenas soluciones.
La ILP no ha quedado en via muerta, más bien ha sido
asesinada y arrojada a la cuneta.
¿Los escraches son una revitalización,
un acto desesperado, o un argumento mediático para destrozar el movimiento STOP
DESAHUCIOS?
Los escraches son la última forma
educada que tienen los ciudadanos de reivindicar su derecho a participar en la
vida política, y desgraciadamente vienen siendo utilizados para desprestigiar el
movimiento haciendo parecer que los verdugos son las víctimas, pero todos
sabemos que es una maniobra de distracción que únicamente se cree quien está
predispuesto a creérselo, y ese no es de los nuestros.
Pues sí, pero para ello hace falta que
los afectados y las personas sensibilizadas con esta problemática pasen de
comportarse como espectadores a convertirse en militantes por el cambio. Si
ello ocurre las cosas dejarán de ser como vienen siendo para ser de otra manera
más justa, solidaria y humana.
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