martes, 12 de marzo de 2013

DE LA A A LA Z








Una compañera de nuestra plataforma, natural de Zaragoza y ahora vecina de Andoain, participó en la multitudinaria manifestación que tuvo lugar en su ciudad  natal el día 16 de febrero convocada a nivel nacional por STOP DESAHUCIOS. Desde allí nos llegan estas imágenes y su relato.
 La marcha arrancó de la Plaza Paraíso, donde se ubica, como un monolito, el emblemático edificio de cristal que alberga la sede central de Ibercaja, la mayor entidad financiera de Aragón. Desde ese punto neurálgico descendió lentamente por el Paseo de La Independencia, bajo cuyos pórticos señoriales también se encuentran las oficinas principales de los bancos y cajas de ahorro nacionales mas significativamente significativos del país.
El recorrido se transformó en una suerte de Vía Crucis surrealista. Ante las puertas del BBV, del Santander, La CAI, de Bankia, se paralizaba la marcha y en lugar de escuchar saetas un clamor popular gritaba: "No hay pan para tanto chorizo". Al llegar a La Plaza de España, atardecía un cielo goyesco que recordaba al rojo sangriento del cuadro LOS FUSILAMIENTOS DEL DOS DE MAYO del maestro de Fuendetodos que de vivir hoy en día hubiese ejecutado una serie de Pinturas Negras de la banca española.
La manifestación encarriló la peatonal y vetusta calle Alfonso que desemboca en la majestuosa Plaza del Pilar, dicen los maños que es la mas grande de Europa. Allí, en las orillas del Ebro, ya cerrada la noche, junto a la sagrada basílica que le da su nombre, se convocó un  elocuente y sentido minuto de silencio por los muertos, por los suicidados que la desesperación del desahucio arroja al vacío. Pero el homenaje tuvo un final amable. Un niño de apenas 10 años y mucho desparpajo, megáfono en mano, dijo que el negocio del banquero era la ruina del obrero y aún así él era un niño muy feliz porque gracias al apoyo y la lucha de todas las plataformas ciudadanas y movimientos sociales allí congregados, su familia no se había quedado de patitas y muchos llantos en la calle. Algunos pensarán que fue un milagro de la Pilarica, pero aquel niño, de ojos enormes, sabía bien que fue obra de STOP DESAHUCIOS.



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