Parecía, éste el nuestro, un territorio sin Ley. Una suerte
de Far West donde se cazaban sin escrúpulos los pisos de las personas con
dificultades, ergo en paro, ergo avalistas pensionistas que ayudaban a sus
hijos con su rúbrica en una hipoteca abusiva. Era como un club privado del tiro
al blanco de los banqueros. Y fue Ecuador como nación quien primero denunció,
ante El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, nuestra ley hipotecaria
por considerarla un problema de Estado ya que mas de 15.000 de sus ciudadanos
residentes en nuestro país se veían gravemente amenazados.
Y al mismo tiempo, Un juez mercantil de Barcelona, José
María Fernández Seijo, seguramente de pensamiento socrático, antes de firmar la
sentencia de suicidio de Mohamed Aziz, desahuciado por Catalunya Caixa ( una de
las cajas de ahorro intervenidas in extremis con nuestro dinero) decidió
preguntarle al Tribunal de Justicia de la UE si esa situación se ajustaba a
derecho. Luxemburgo se ha pronunciado: Por un lado la legislación española en
materia de desahucios es incompatible con la normativa europea de protección de
los consumidores aprobada hace ya 20 años, y por otro; los jueces podrán
tutelar y resolver todos aquellos casos de desahucio en los que se confirmen
cláusulas abusivas. Es decir donde claramente se aprecien indicios de
estafa. La sentencia da aliento a
las víctimas y respalda el trabajo de todas las plataformas ciudadanas que
luchan contra esta lacerante injusticia.
Ahora los desahucios están en manos de los jueces, ya tienen
las herramientas, constitudinarias a nivel europeo, que les permiten impedir
esta catástrofe humanitaria. Quizá, podamos dejar de ser un territorio sin ley.
No hay comentarios:
Publicar un comentario